Subiendo

La mente puede aceptar y acepta cualquier límite. Pero la realidad es que, por su propia naturaleza, la existencia no puede tener ningún límite, porque que habrá más allá del límite?

De nuevo otro cielo.

Por eso te digo que hay cielos y más cielos disponibles para tu vuelo. No te contentes con facilidad. No te conformes. Los que se conforman fácilmente se quedan pequeños: pequeñas son sus alegrías, pequeños son sus éxtasis, pequeños son sus silencios, pequeño es su ser. Pero no hay necesidad. Esta pequeñez es tu propia limitación a tu libertad, a tus posibilidades ilimitadas, a tu potencial ilimitado.

El águila tiene una visión general de todas las posibilidades contenidas en el paisaje que sobrevuela, mientras vuela libremente de forma natural y sin esfuerzo a través del cielo. Ella está en su dominio, poderosa y autónoma.

Y entonces, poderosa y autónoma, entras en sintonía con tu propia naturaleza, tienes la comprensión total de que la existencia te está proporcionando exactamente lo que necesitas.

Y disfrutas del vuelo. Y celebras todas las maravillas que el paisaje te muestra.